EL SANTO PAGANO Cuentan que la noche de los tiempos es la encargada de dar a luz a todos esos sentimientos que los sorianos experimentamos, inexplicablemente, por San Juan. Es entonces cuando, extasiados, nos asombramos cada año al contemplar como esta tierra renace de la casi nada; a admirar como se rehace de esas tristezas y terrores que, a la chita callando, tan solitariamente arrastra. Es por ello que nosotros, sus gentes, lo solemos celebrar bailando a cada momento el ritmo que nos marcan las tentaciones, el vinillo y la fábula -...lo cual, todo hay que decirlo, nos permite celebrarlo por todos los bajos-. No debemos olvidar que ésta es una fiesta antediluviana, es decir; animal, pecadora y canalla, y por lo tanto está fuera del alcance de lo pusilánime y lo pulcro. Esta fiesta es, más bien, el producto de la transgresión, de las lujurias y de la historia, pero, sobre todas las cosas, es el producto del Pueblo. No son fiestas de santos ni de vírgene