Mis paraísos perdidos. El albergue de Piqueras









Todos los niños tienen un paraíso aunque, en mi caso, tuve dos; uno era para el invierno y el otro para el verano.  El primero lo encontré a los 3 años, aunque no lo descubrí hasta algún tiempo después, momento en que me asalta su primer recuerdo. Entonces contaba 5 ó 6 años y el paraíso estaba en el Puerto de Piqueras y lo llamaban "el Cabezo"; era una inmensa montaña empinada …-la más alta del mundo- que los domingos subíamos andando para bajarla después esquiando. Por entonces el único refugio que teníamos era el autobús que nos subía, un Barreiros destartalado -y guiado por un adorador del anís que siempre nos condujo de regreso a casa-, hasta que construyeron un impresionante albergue de piedra a sus pies, con habitaciones, bar, restaurante con macarrones y una enorme chimenea que sempiternamente estaba repicando. Fue también por aquel entonces cuando, con un viejo motor de un camión Wolsvagen diesel que pusieron casi en la misma cima del Cabezo, y un cable de acero, hicimos (hicieron) un tele-arrastre para evitarnos las interminables y frías caminatas. A partir de ahí, y sobre todo durante esas vacaciones de navidad o semana santa que dormíamos en el propio albergue, uno era el niño más feliz del mundo sin saberlo y, mucho menos, sin adivinar cual sería su esquelético fin. 


...Y por cierto. La titularidad del Albergue pertenece a la Diputación, la cual se parece al clero; prefiere que se arruine a que caiga en manos paganas. Más o menos como todo Soria.


La versión de Creep -Radio Head-  está en el primer corte de RAINY AFTERNOON IN MADRID de Casbah 73.


Comentarios

  1. Me acuerdo perfectamente de Clemente Liso. Como para no ser fatalista.....

    ResponderEliminar
  2. Muchas Gracias, por un momento me he visto en el refugio, de chinorris (pero muy chinorris), rodeado de nieve donde los del Sur no nos desenvolvíamos muy bien.

    ResponderEliminar
  3. Te tengo que cobrar derechos de imagen.
    Yá, pero que yá me lo estás mandando.
    Joder que caretos......

    ResponderEliminar
  4. ¡Efectivamente Chus... el Clemente! Lo recuerdo con especial cariño porque me dejaba sentarme sobre la tapa del motor, que era lo único caliente de todo el autobús -creo- :)

    Te verás, Cano, te verás. Tengo una foto nuestra entre el albergue y el arrastre haciendo un muñeco de nieve y tú ibas... con pantalón corto y sin guantes, jeje

    Pepe lo nuestro ya es más de "desechos" de autor, especialmente, ejem, tú :P

    ResponderEliminar
  5. Conozco a Kno? Confirmamelo, no le pongo cara con la foto.
    Joder la foto que has puesto nueva.....

    ResponderEliminar
  6. Joer Pepe, jeje. Como su propio nombre indica ¿Conoces a Cano? ...aunque no lo reconozcas. ¿Um?
    Entre otros, es primo tuyo jodio...

    ResponderEliminar
  7. Me ha hecho ilusión ver a las madres motorizadas.Gracias Julián.

    ResponderEliminar
  8. El mismo Pepe... Cano, Canito, Canete.

    ¡De nada, Cervigona! :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Siluetas que son nombres

POLÍTICA CUÁNTICA. Si Franco hubiera ganado la guerra...

Los 10 de Barcones